Porque sí, y punto.

Tengo un amigo que se pasa el día diciendo que pienso demasiado las cosas y, aunque yo lo sé, no puedo evitarlo.

Durante este tiempo desaparecida le he estado dando vueltas a la cabeza pensando en el blog. Una cosa que yo ya sabía es que mi vida aquí no iba a ser todos los días una sorpresa y una anécdota que contar, pero no pensé que en tan poco tiempo esto sería tan… rutinario no es la palabra, pero no sé cómo explicarlo de otra manera. Eso sí, de aburrida no tiene un pelo.

Desde que llegué aquí he cambiado muchas cosas de mi de las que yo misma me he sorprendido, todavía no sé si para bien o para mal, pero antes de llegar no hubiera pensado que tras intercambiar cuatro palabras con una persona por internet o line, muchas veces sólo diciendo he quedado en tal sitio a tal hora para tal o pascual, quedaría con ese alguien. O que algunas de esas de esas personas se convertirían en lo más cercano a una familia que pudiera tener en Japón. O que le seguiría la conversación a alguien que me para por el camino para hablar conmigo. O cosas por el estilo o más raras.

Hay muchas cosas que quiero contar, por lo interesantes o por lo curioso o porque simplemente me apetece y punto, pero nunca sé muy bien cómo contarlo o si será interesante o no, así que para rematar la faena de los cambios que voy llevando a cabo en mi vida, he decidido que lo que quiera contar lo contaré, ya saldrá la manera de hacerlo.

Así pues, con el fin de la Golden Week, me he propuesto lo que tenía pensado hacer desde que me abrí el blog y sobre todo desde que llegué a Tokyo: tener un diario de a bordo.

UN CHU~~♥